ESCARAS O ÚLCERAS POR PRESIÓN
(PARTE 6)
QUÉ SON Y CÓMO PUEDEN
CUIDARSE
Cuando la persona enferma está sentada en sillón o silla de ruedas
Es aconsejable que me pongas en esta postura (si no existe contraindicación
médica), por mi propia comodidad, a las horas de las comidas. Para ello debes tener
en cuenta una serie de puntos:
-- El respaldo del sillón o silla debe encontrarse reclinado unos 90º, así no habrá
peligro de que me pueda caer o resbalar.
-- Es conveniente que me coloques un pequeño cojín en la zona cervical, al objeto de
sujetarme la cabeza; ésta siempre debe estar derecha y alineada con el tronco,
evitando los escoramientos (cuando los pacientes nos ladeamos sobre uno u otro
costado).La parte posterior de mi cabeza ha de quedar al aire para reducir y evitar la
presión sostenida en esa zona.
-- En los enfermos de Alzheimer, hemiplejias y traumatismos craneoencefálicos, debes
evitar el desplazamiento del cuerpo hacia el exterior de la silla o sillón, tanto hacia
delante como el escoramiento descrito, ya que podemos caernos.
-- Bajo los muslos (nunca detrás de las rodillas: hueco poplíteo, para no impedir la
circulación sanguínea), puedes poner un cojín al objeto de que no me resbale hacia
delante.
-- Ponme los pies con un apoyo plantar completo, bien sobre las plataformas de la silla
de ruedas o sobre un cojín que puedes colocar entre la planta de mis pies y el suelo.
-- Los brazos quedarán apoyados sobre los reposabrazos, ya que si los dejas
colgando favorecerán la aparición de edemas (hinchazón) en las manos y dedos.
-- Es importante que protejas mediante un adecuado almohadillado mis trocánteres y
sacro, utilizando para ello almohadas o cojines; evita que sean de flotador, ya que
comprimen las zona donde se colocan impidiendo un buen flujo de sangre, con el
consiguiente riesgo de aparición de úlceras por isquemia (falta de riego sanguíneo).
Posiciones que nunca debo adoptar
Algunos de los errores en que puedes incurrir al realizarme los cambios posturales
o ponerme en la silla, son los siguientes:
- No ponerme protecciones en pies o talones.
- Situar un cojín o almohada bajo las rodillas, lo que dificulta la adecuada
circulación en mis piernas.
- Si llevo sonda vesical, provocar que la misma se pince con el peso de mi
propio cuerpo, o con mis piernas, o la silla de ruedas, etc.
- Provocarme una curvatura exagerada de la espalda (lordosis y cifosis).
- Que la cabeza se me venza hacia delante, ya que si ocurre esto puede
ocasionarme
dificultades respiratorias