Existen otras patologías que pueden confundirse con la demencia, que hay que tener muy en cuenta a la hora del diagnóstico, tales como: el deterioro normal para la edad ("olvido benigno del anciano"); trastornos psiquiátricos (conocidos como pseudodemencias - depresión, síndrome de Ganser, esquizofrenia, histeria, simulación, etc.); síndromes cerebrales focales: síndrome parietal, frontal, amnesia, afasia, etc; síndromes cerebrales difusos (síndrome confusional agudo o "delirium").
Los olvidos benignos del anciano son considerados por algunos autores como un paso previo a la Enfermedad de Alzheimer y sería la etapa más adecuada para el tratamiento preventivo.
La pseudodemencia, es una variante de la depresión que aparenta una pérdida de funciones cognoscitivas por una voluntaria desconexión con el entorno vital.
El "delirium" es un síndrome cerebral de causa variada caracterizado por alteraciones de las funciones cognoscitivas junto a transtornos de la conciencia y atención, de la motilidad psíquica, de las emociones y del ciclo vigilia-sueño. Se diferencia de la demencia en que la conciencia no está clara y que la intensidad y la duración son variables y fluctuantes. El delirium no es una demencia pero en la demencia puede haber fases de delirium.
El retraso mental o la falta de instrucción. En el diagnóstico de las demencias tienen un gran valor diagnóstico las pruebas psicotécnicas, las cuales deben ser adaptadas a las condiciones socioculturales de cada paciente para evitar falsos diagnósticos.
El abuso de substancias psicotrópicas o alcohol. Este caso puede estar muy bien documentado en muchos pacientes, en otros no tanto. Por lo que es necesario realizar una cuidadosa historia clínica y la entrevista con familiares directos para detectar posibles adicciones a medicamentos o al alcohol (p.e., el "bebedor social" que bebe grandes cantidades de alcohol por su trabajo, sin llamar la atención).
(fuente:mixmail.com-calzheimer)