El atragantamiento es una de las complicaciones más frecuentes en la etapa final del
Alzheimer. Se produce generalmente en la ingesta de líquidos, aunque también puede deberse a alimentos y secreciones. Las causas son el deterioro del “reflejo de deglución” y de la epiglotis (membrana que se encuentra en la faringe y que impide que el alimento vaya a los pulmones) o simplemente a que, debido a la enfermedad, el afectado se olvida de tragar.
Desde las series ‘Aula 10′ y ‘Cuadernos prácticos sobre la enfermedad del Alzheimer’, que edita la Obra Social Caja Madrid junto con la Asociación AFAL Contigo , se recomienda al cuidador familiar desmenuzar los alimentos en trocitos muy pequeños y recurrir a los purés o alimentos triturados cuando sea necesario.
En el caso de que el enfermo se atragante, si tose y respira no hay que hacer nada y nunca se le darán golpes en la espalda, aunque parezca la reacción más inmediata, ya que podemos empeorar la situación al hacer que el objeto se encaje y ocasione una obstrucción completa de las vías aéreas.
Cuando no hable, no tosa, ni pueda respirar, se realizará la ‘maniobra de Heimlich‘**, es decir, nos colocaremos detrás del enfermo, pasaremos nuestros brazos alrededor de su pecho y con nuestras manos, cogida una a la otra y situadas dos dedos por encima del ombligos, haremos compresiones “en lanza” (hacia arriba) y atrás fuertemente. Esta maniobra provocará un aumento de presión en el tórax del enfermo haciendo que la expulsión brusca de aire empuje el objeto existente, desobstruyendo de esa manera la vía aérea.
Esto es lo que se puede hacer en casa, pero si no resultara habría que acudir a un centro hospitalario de urgencia
(**)
La Maniobra de Heimlich, también llamada Compresión abdominal es un procedimiento de primeros auxilios para desobstruir el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o cualquier otro objeto. Es una técnica efectiva para salvar vidas en caso de asfixia por atragantamiento.
La maniobra de Heimlich es llamada así por el Doctor Erick Henry Heimlich, que fue el primero en describirla, en 1974. Éste promovió la técnica como tratamiento para ahogados y ataques de asma, aunque recientes artículos indican que el Dr. Heimlich utilizó casos fraudulentos o de dudosa veracidad para promocionarla en este aspecto.
En la actualidad, la Cruz Roja y otros organismos consideran que se debe combinar la maniobra de Heimlich con golpes en la espalda. Éste fue el resultado de amplias investigaciones tras haberse discutido la eficacia de la maniobra de Heimlich por sí sola en casos de embarazadas, personas obesas, o en casos de aspiración de vómitos. Se llegó a la conclusión de que sí tenía su eficacia sobre todo si se combinaba tal como se indica
Descripción de la maniobra
Diferenciaremos según se realice sobre adultos o niños:
Adultos
Para realizar la acción en adultos, con el sujeto de pie se debe abrazar al mismo por la espalda con los dos brazos. En esta posición se presiona con una mano cerrada y la otra recubriendo la primera. Se debe apoyar el puño con el pulgar sobre el abdomen y presionar hacia el centro del estómago, justo por encima del ombligo y bajo las costillas de la persona.
Niños mayores de un año
Debe tenderse al pequeño boca arriba, encima de una superficie rígida. Apoyando las manos una encima de la otra, entre el esternón y el ombligo, se debe empujar varias veces en dirección al tórax. En niños mayores la maniobra puede realizarse como en los adultos. Es muy efectiva.
Niños menores de un año
Se desaconseja esta maniobra. En casos de ahogamiento se procederá sujetando al niño boca abajo e inclinado ligeramente hacia delante. Se debe sujetar la cabeza con el antebrazo y después propinarle varios golpes (con una fuerza proporcional al desarrollo del niño) entre los omóplatos o paletillas. Si a la sexta maniobra no respira se le dará la vuelta, se le apoyará sobre una superficie rígida y se presionará varias veces en el centro del tórax.