Comprar comida, contar monedas, utilizar una chequera o un estado bancario, preparar las cuentas para su envío e identificar situaciones fraudulentas. Una prueba no muy complicada pero reveladora que ha llegado a la conclusión que las dificultades para administrar el dinero podrían ser una señal de que las personas con problemas leves de memoria pueden desarrollar
Alzheimer.
El estudio del la Universidad de Alabama, que se ha publicado en la revista Neurology, reunió a 87 personas mayores con un deterioro cognitivo leve (DCL) y 76 más que no tenían problemas de memoria. Los participantes realizaron el ejercicio al inicio de la investigación y la repitieron al cabo de un año.
Pasados los 365 días, 25 de las 87 personas que padecian deterioro cognitivo leve habían desarrollado Alzheimer. Estas personas puntuaron más bajo en la prueba inicial que los participantes sin problemas de memoria y los que sufrían DCL pero no desarrollaron demencia. Sin embargo, sus capacidades para administrar el dinero continuaron en declive durante el año siguiente.