Reducir riesgos de alzheimer.
El alzheimer es una enfermedad que hoy en día no tiene cura, ni manera exacta de prevenirla, pero algunos expertos aseguran que si cambiamos algunos hábitos diarios podemos reducir el riesgo de sufrirla.
El tema está en que el alzheimer es una enfermedad que se basa en el deterioro mental, por ellos si llevamos una vida saludable y tenemos una mente activa, es más difícil que se deterioren nuestras capacidades mentales.
Cuida tu mente.
Debemos tener la imagen de nuestra mente como si fuera un músculo, y cuanto menos la uses o ejercites, más perezosa se vuelve.
Podemos ejercitarla con actividades como leer, juegos de mesa tipo ajedrez, dominó, tocar instrumentos, bailar...
La Asociación de Alzheimer también insiste en que el mantener la mente activa “aumenta la vitalidad y crea importantes reservas de células mentales, así como conexiones cerebrales”.
Y propone, además de las actividades mencionadas antes, escribir, aprender cosas nuevas, conversar y participar en actividades como voluntario o en clases creativas y artísticas (actuación, pintura, música, costura).
Mantener un cuerpo sano.
Según la Asociación de Alzheimer, “el ejercicio físico mantiene la circulación sanguínea y puede crear nuevas células cerebrales”.
Un estudio australiano publicado en el 2008 por JAMA (Journal of the American Medical Association), analizó el caso de 170 personas que dijeron tener problemas con su memoria, pero no sufrían de demencia.
Durante 6 meses, la mitad de esas personas realizaron 50 minutos de ejercicio tres veces a la semana, y la otra mitad no hizo ningún cambio significativo en su vida diaria.
Después de 18 meses, los que hacían ejercicio demostraron un mejor desempeño en pruebas cognitivas comparados con los demás.
Comida sana.
Se dice que el llevar una dieta saludable para el corazón también ayuda a cuidar a nuestro cerebro y a prevenir su deterioro.
Un estudio realizado por la Universidad de Columbia en Nueva York reveló que las personas que comían más pescado, frutos secos, aceitunas, vegetales como el brócoli, vegetales de hoja como la espinaca, frutas y aceite de oliva, tenían menos riesgo de desarrollar Alzheimer. Estas personas, además, comían menos carnes rojas y productos lácteos altos en grasa.
Muchos de estos estudios científicos insisten en que todavía es necesario investigar más para saber con exactitud los resultados en la prevención de la demencia y el Alzheimer.