Insulina para frenar el alzhéimer
Hallaron una relación entre la mejoría de la memoria y el avance en mediciones de proteínas claves ligadas con el Alzheimer
Inhalar esta sustancia podría mejorar pérdida de memoria provocada por el Alzheimer, según estudio de la Universidad de Washington (EE UU)
Inhalar insulina en las etapas iniciales de la enfermedad de Alzheimer puede provocar una mejoría en la memoria de los pacientes, según un estudio realizado por la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos y que ha sido presentado durante una reunión de la Asociación Americana de Alzheimer en Honolulu, Hawai.
Según ha explicado, una de las investigadoras, la doctora Suzanne Craft, los pacientes que recibieron este tratamiento durante cuatro meses registraron avances en un test de recuperación de la memoria por los menos durante dos meses. «Estos resultados son muy prometedores y garantizan futuros ensayos», ha afirmado Craft. Existen ya varios estudios que sugieren que las personas con Alzheimer tienen en el cerebro menores niveles de insulina, importante para la comunicación entre las células cerebrales, incluso en las etapas iniciales.
La intención del equipo de Craft fue comprobar qué ocurría si se administraba la insulina directamente al cerebro. Para ello, participaron en el estudio 109 pacientes no diabéticos con la enfermedad de Alzheimer o una condición precursora llamada discapacidad cognitiva leve. Un tercio de los pacientes fue tratado con un placebo y los otros dos tercios con dosis diferentes de insulina, que fueron cargadas en un nebulizador y luego aplicadas a través de su nariz dos veces al día durante cuatro meses.
Los pacientes que tomaron la menor dosis lograron mejoras significativas en algunos test de memoria, pero no mostraron avances significativos en algunos test de memoria y aprendizaje o en uno que medía su habilidad para las actividades diarias. En 15 pacientes tratados con insulina que aceptaron someterse a una punción lumbar, el equipo halló una relación entre la mejoría de la memoria y el avance en mediciones de proteínas claves ligadas con el Alzheimer.
Craft ha señalado que «aún falta mucho por recorrer para que el tratamiento pueda ser utilizado en pacientes, pero los resultados son lo suficientemente sólidos como para ser estudiados en un ensayo más grande». Además, ha recordado que los medicamentos actuales ayudan a lidiar con los síntomas, pero ningún tratamiento puede frenar el avance de la enfermedad, que puede empezar con una pérdida ligera de memoria y confusión antes de progresar completamente hasta la incapacidad y la muerte.