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General: El futuro de la enfermedad de Alzheimer pasa por el incremento de la investigaci
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Respuesta  Mensaje 1 de 5 en el tema 
De: aristo  (Mensaje original) Enviado: 16/05/2011 20:15
El futuro de la enfermedad de Alzheimer pasa por el incremento de la investigación multidisciplinar

Dr. A. Toledano
Investigador Científico. Instituto Cajal, CSIC.
Patrono de la Fundación Alzheimer España

(Publicado en la Revista Memori@ (Primavera 2000)


La “década del cerebro” (1990-2000) pasó dejando una estela de grandes avances en el conocimiento de lo que es y del funcionamiento del Sistema Nervioso Central, en general, y del cerebro, en particular. Y cuando nos referimos a funcionamiento, englobamos tanto la faceta normal como patológica propia de determinadas enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, etc.). Sin embargo, no se ha apreciado, aparentemente, un gran cambio en los terrenos del diagnóstico, de la prevención o del tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer (EA), a pesar de que cada vez es más perentoria la necesidad de dotar de eficaces herramientas contra la EA a la medicina clínica asistencial en todos sus niveles y, por extensión, a los Sistemas Socio-Sanitarios de Salud Pública.

Por poner un ejemplo muy cercano de la urgencia e importancia del tema, si los 400.000 enfermos de EA que se supone que existen hoy en España, y sus correspondientes cuidadores, necesitan lo antes posible una atención de nuestro Sistema de Salud Pública, y éste tiene problemas de diversa índole (estructurales, preventivos, asistenciales, terapéuticos, etc., además de los conocidos económicos) que le impiden llegar al nivel requerido, ¿qué ocurrirá en la próxima década con un probable número de enfermos dos o tres veces superior y de cuidadores dos veces inferior?.

Esta pesismista valoración de la situación actual y del futuro cercano no responden, afortunadamente, a la realidad más estricta. Volviendo a las actividades desarrolladas en la “década del cerebro”, aunque todavía no se han realizado balances en profundidad de sus logros respecto a la EA, ni se han extraído las consecuencias positivas para luchar contra la enfermedad, si se pueden adelantar algunos hechos y conclusiones de gran relevancia.

En primer lugar se ha avanzado enórmemente en el conocimiento de las alteraciones patológicas que ocurren en el cerebro. Se conoce bastante bien cuales son las áreas más o menos afectadas, como se produce la proteína precursora de amiloide y su metabolismo “amiloidogénico” y “no amiloidogénico”; como se produce el depósito de amiloide; que neurotransmisores resultan afectados; cuales son las alteraciones de las fibrillas intraneuronales que provocan la mala función de las neuronas; cuales son muchos de los factores neurotróficos que se pierden y cuales factores de muerte neuronal que surgen; que papel tienen las células gliales en la aparición y progresión de las lesiones; etc.

Estos conocimiento nuevos han abierto la investigación de posibles nuevas líneas terapéuticas de la EA o preventivas de la neurodegeneración. En los últimos meses se han publicado trabajos experimentales buscando y encontrando una especie de inmunización contra la formación de depósitos de amiloide o comprobando como alterando las actividades de ciertas proteínas (“caspasas”) se disminuía la muerte celular o la producción de amiloide. Esto sin contar con lo que pudiéramos decir de la profundización en la investigación con nuevas tecnologías en líneas anteriores, especialmente en la busqueda de fármacos de nueva generación que substituyan la función de los sistemas neurotransmisores afectados de manera eficaz, selectiva y con los mínimos efectos adversos o tóxicos. Algunos nuevos anticolinesterásicos están ya en el mercado o en los últimas fases de desarrollo, y se ensayan nuevos substancias que activan o inactivan específicamente determinados receptores cerebrales (p.e., receptores colinérgicos nicotínicos, dopaminérgicos, serotoninérgicos, etc.). También se ensayan substancias que protegen frente al “estrés oxidativo”, y a los factores de necrosis que conducen al envejecimiento y a la muerte de las neuronas. Por otro lado, se intenta obtener fármacos que simulen a los factores neurotróficos en su función de proteger las células o que actúen en algún punto de las vías por donde estas substancias realizan sus efectos beneficiosos sobre las neuronas. Como quiera que muchos de estos fármacos llegan mal a las zonas cerebrales donde deben actuar, y se dispersan por todo el organismo originado reacciones secundarias que provocan graves inconvenientes en el organismo, se están desarrollando nuevas vías de aplicación de medicamentos como pueden ser los implantes cerebrales de células que los aporten o terapias génicas.

Los estudios genéticos han aportado nuevos conocimientos sobre la existencia de ciertos tipos de proteínas heredables que aumentan la posibilidad de padecer la EA cuando concurren además otras circunstancias. La posesión, por herencia, del gen APOE-4 (una forma de la apolipoproteína E) parecer ser uno de los factores mejor caracterizados para posibilitar la aparición de la EA. Sin embargo, no se ha encontrado ningún carácter genético específico de EA esporádica (la que aparece después de los 65 años) y sigue sin recomendarse la realización del estudio genético en personas sanas o familiares, pues no informa con ninguna seguridad si se va a padecer EA, cuando o de que forma.

En segundo lugar se ha venido comprobando una mejoría en la situación y manejo de los enfermos en muy diversos estudios en los que se han aplicado dos principios fundamentales: 1) facilitar las actividades físicas y desarrollar al máximo las capacidades mentales residuales (incluidos los aspectos emocionales y comportamentales) del enfermo; y 2) mantener en el mayor grado de equilibrio mental y nivel físico al cuidador. No solo en estos últimos años se ha observado un incremento en la vida media de los enfermos, sino un notable aumento de la calidad de vida con la aplicación de medidas no farmacológicas (fisoterapia, terapia ocupacional y comportamental, alimentación adecuada, etc.) y tratamientos coadyuvantes más apropiados, especialmente actuantes sobre el Sistema Nervioso. En este capítulo es de vital importancia todo lo relacionado con la formación–información de los cuidadores, las Asociaciones de Autoayuda (o de Familiares), la creacción de centros apropiados (centros de día, centros de respiro, etc.) y la consecución de diagnósticos más precoces (tanto por la mayor formación los profesionales y conocimiento de la enfermedad, como por el desarrollo de sistemas más sensibles para el diagnóstico por la imagen o pruebas neuropsicológicas más fiables) que permiten planificar la atención al enfermo y formar al cuidador.

Todo lo expuesto nos lleva a la conclusión de que aunque no hemos alcanzado la meta de haber logrado una solución eficaz para el problema de la EA, estamos en el buen camino para lograrlo. Tenemos que seguir investigando para llegar a conocer totalmente las causas y los caminos que llevan a la degeneración del cerebro y producen esta demencia. Las nuevas vías terapéuticas apuntadas deben seguir profundizándose. Pero al mismo tiempo, se debe seguir trabajando en aumentar el conocimiento clínico de los enfermos y su mejor manejo.

Finalmente, se debe resaltar que la mayoría de los estudios o líneas de investigación que han tenido más repercusión o trascendencia se han llevado a cabo de manera multidisciplinaria, es decir, se han planificado para estudiar conjuntamente los enfermos y sus historias clínicas, los cerebros humanos post-morten mediante diferentes técnicas morfológicas, bioquímicas y farmacológicas; y los modelos experimentales en animales, por los especialistas en cada campo (neurólogos, psiquiatras, otros clínicos, neurobiólogos básicos, neuropatólogos, etc.). Lógicamente, la adhesión de los enfermos y familiares a esta investigación , participando en lo que puedan realizar, es totalmente imprescindible.

Por todo ello, con absoluta confianza en las posibilidades de los centros de investigación básica y clínica, podemos afirmar que el futuro de la EA pasa por el incremento de la Investigación Multidisciplinaria. Y este futuro es optimista.

Copyright © FUNDACIÓN ALZHEIMER ESPAÑA (FAE), 2011.


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Respuesta  Mensaje 2 de 5 en el tema 
De: radio Enviado: 16/05/2011 23:06
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Respuesta  Mensaje 3 de 5 en el tema 
De: aristo Enviado: 17/05/2011 22:55
Gracias por leerlo, amiguita
besitos

Respuesta  Mensaje 4 de 5 en el tema 
De: EUNICE240 Enviado: 24/05/2011 03:48
Muy bueno gracias por compartirlo!
besitos

Respuesta  Mensaje 5 de 5 en el tema 
De: aristo Enviado: 05/06/2011 02:42
Gracias a ti por leerlo, corazon
besitos y feliz noche


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