Señor, tú que sabes de pobrezas
Enséñame a aceptar
Lo carente que soy…
Y que en esta noche buena
El cruel frio, El hambre
La desesperanza...
No desgaste La fe, De las familias
Que nada tendrán, Para cenar...
Señor, eres un ejemplo de paz
Siendo El dueño del amor
Aceptaste por mí, todo el Dolor…
Hoy celebro tu visita: ¡la redención!
Si no pudiera hablar…De seguro
Todo mi Ser, gritaría vivir
Anclado a tu luz, Deseando encontrar
La enseñanza del buen Pastor
Vivir sin más aceptar la razón…
Hoy en noche buena
Celebro tu nacimiento y siento el influjo
De otra noche para vivir, Compartir
Y desear que mañana el mundo
Sea mejor.
David Devián