Súbeme al cielo y enséñame, a parar el tiempo en tus brazos, a sentir el viento como un lazo, y este que nos amarre en un beso.
Enséñame a vivir contigo perdiéndome y enamorado, sintiéndome por ti abrazado
siempre junto a tu lado,
Solos tu y yo sin pasado sin momentos antiguos amargos, solo dicha en nuestros lagos
de agua azul donde flotamos.
Enséñame a volar pegado al suelo, a conquistarte con caricias en tu pelo, como un continente nuevo, enséñame inerte la forma de tus besos.
¿Puedes enseñarme lo que aun no se?, a impregnarme recorriendo toda tu piel y hacernos uno solo, a cambiar mi lodo con tu miel, y ceñirme en tu todo.
Si tu quieres también aprender algo de mí, puedo enseñarte a ti a quererme, a no perderme y a quedarte aquí, por quedarte entre mis brazos siempre
Enséñame que de noche se puede vivir, a quitar el derroche de extrañarte a ti. A dejar de escribir a un te tengo, y cambiarlo rápido amor como te quiero.
Cuando escucho tú resonar que cabalga hacia mi cuello, causa un lento despertar de un suspiro sobre el viento,
Seguido de un lento palpitar que rompe con ritmo y tiempo, culminando en algo singular pluralizando en largos besos.
Cuando escucho tu voz al decir que estarás aquí por siempre, mi emoción no puede mentir ni mis emociones latentes,
Que es una promesa para mí el formar algo en tu vientre, fruto del amor sin fin como agua vital de fuente.
Y cuando escucho milagro me acuerdo de aquella vez, que frente a mi tus labios me hicieron volar a otra vez,
De un camino con presagios por llegar al cielo y caer, eternamente enamorado el cual hoy, es mi deber.
El cuidarte hasta morir escuchando agonizando, tu voz, como lira y clarín con la calma de un enamorado.
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