Belleza y musa de otro tiempo.

 Alice Ernestine Prin, más conocida por Kiki de Montparnasse, nació en 1901 en la Borgoña francesa, hija de madre soltera que partió hacía París en busca de trabajo, nació, en lo que hoy llamarían algunos, una familia desestructurada.

A los trece años siguió a su madre en su periplo y llegó a la capital del mundo artístico, donde empezó a trabajar de encuadernadora y a posar para los múltiples artistas de la época, casi todos tan pobres como ella.

A los 17 años es abandonada definitivamente por su madre escandalizada por sus actividades, consideradas inmorales para la época. Comienza desde entonces a a frecuentar aún más los ambientes de cafés y garitos como La Rotonde, La Dôme , La Closerie des Lilas etc., donde se reunía el mundo bohemio y creativo. Su encanto, su apañada belleza e imagino que su -kiki- que quedó inmortalizado en su nombre de guerra, hicieron el resto.

La llegada de Man Ray, uno de mis más admirados fotógrafos, a la ciudad de las luz, marca un punto de inflexión en su vida, tras varias sesiones fotográficas de gran éxito con él, inicia una historia de amor que durará varios años.

Su fama la llevó a posar para otros artistas como Soutine, Francis Picabia, Chagal, Pablo Gargallo, Fujita y muchos más, amén de trabar amistad con poetas como Apollinaire o Cocteau. Se convirtió así en musa de todos ellos que llegaron a entronizarla en el local de La Coupole como reina de Montparnasse en el año 1929.

Intervino en varias películas y la prosperidad le llevó a abrir su propio cabaret. Después la guerra esparció todo aquel mundo de libertad y llegó el declive.

Y para que su vida quedara plasmada definitivamente dentro de la épica y el interés de mediados del siglo XX, terminó en la indigencia, mendigando por los viejos cafés que tan bien conocía, viviendo de las propinas que le daban por interpretar sus antiguas canciones, a veces pícaras a veces melancólicas, con una voz ya rota por el tiempo el alcohol.

El 23 de Abril de 1953, murió en Sanary-sur-Mer esta mujer que aglutinó en si misma toda la libertad y el sabor de aquella época en que París era una fiesta y ella no llevaba -brackets- precisamente.

Se podría escribir mucho más sobre esta señorita pero no tengo tiempo, quien quiera saber más que vaya a Salamanca o se compre la Novela Gráfica editada con su nombre en el 2007 y de la que son autores Catel Muller en el dibujo y José Louis Bocquet en el guión..

Arriba dejo tres muestras de su influencia como musa de Montparnasse, dos fotografías de Man Ray y el cuadro que la pintó lleno de cromatismo y luz intensa, Moïse Kisling, intimo de Modigliani.