CONT. 2 DE LA VAINA
Regaño y chiripazoCONT
La vaina se ha vuelto tan popular, y se ha extendido de una manera tan apabullante, que es una de las pocas palabras que se usan por igual en todas las regiones del país, desde la alta montaña hasta la playa, pasando por campos y ciudades, aldeas o capitales.
El primero de nuestros diccionarios en que apareció registrada esa palabra fue Costeñismos colombianos, del legendario presbítero Pedro María Revollo, publicado en 1918, que está a punto ya de cumplir un siglo. El padre aprovechó para echar un vainazo: “En la Costa se considera inculta y muy vulgar esta palabra, que no debe oírse entre gente decente”. Pensar que hoy hasta las damas encopetadas se la pasan echando vaina.
Tiene, sin embargo, algunas connotaciones que son propias de ciertos territorios. ‘Vainazo’, por ejemplo, es sinónimo de aquello que se consigue sin habérselo propuesto. Es decir, el chiripazo. En el Valle del Cauca, hasta el siglo XIX, existía el verbo ‘vainear’ como definición de chiripa, lo que se obtenía accidentalmente. Y en los antiguos pueblos de Bolívar llamaban ‘vainudo’ al que lo lograba.
La vaina de la vagina
Es un auténtico comodín del lenguaje. Pero su verdadero significado, y su historia, son más nobles de lo que parece.
Es de rancia estirpe. Sus ancestros son de buena familia, ya que procede del latín, y se remonta a los orígenes de la lengua castellana.
En los primeros tiempos se escribía ‘vayna’. Incluso algunos lingüistas sabios, como el gran Covarrubias, lo hacen con ‘b’ larga: ‘bayna’.
La palabra procede directamente del latín ‘vagina’, que en los tiempos del Imperio romano era la funda en que los combatientes guardaban la espada o el sable. (Noten ustedes la picaresca similitud con el uso de la otra vagina.)
Pasó el tiempo. Por extensión, la palabra fue aplicada al forro de cuchillos, machetes, navajas y herramientas. Y llegó hasta la agricultura y la huerta casera.
Los botánicos españoles comenzaron a llamar ‘vaina’ al envoltorio de ciertas semillas y legumbres, como el fríjol, los garbanzos o la arveja. ‘Vagina’ solo se emplea en la actualidad para mencionar aquella parte íntima de la mujer.
Miren esta auténtica curiosidad. En los comienzos de nuestra lengua había un proverbio que decía: “Le dieron con vaina y todo”. Significaba que a una persona la habían insultado de una manera tan afrentosa, y con tantos improperios, que era como si la hubieran herido no solo con la espada, sino hasta con el estuche.