Una puesta de sol en París puede ser una escena nostálgica si estás sola... o una velada romántica si estás con tu pareja. Viajando con tu enamorado la diversión se multiplicará por dos, y los planes cobrarán otro sentido mucho más especial. Además, descubrir y visitar nuevos sitios es una forma de pasar juntos tiempo de calidad.
2. Recuerdos para compartir
En línea con el punto anterior. Las aventuras, las anécdotas y las experiencias en común unen y crean complicidad. Seguramente al volver tendréis cientos de historias que contar y rememorar y os reiréis juntos cada vez que os acordéis de lo que os pasó. Si todo va bien en el viaje... ¡vuestro vínculo se hará más fuerte!
3. ¡Adiós a la rutina!
Una de las peores cosas que le puede pasar a una relación es que caiga en la rutina. Hacer siempre las mismas cosas, no probar experiencias nuevas o acostumbrarse a lo cotidiano del día a día termina, casi siempre, en una ruptura. Por eso organizar un viaje de vez en cuando en pareja puede ser la mejor manera de aportar un soplo de aire fresco a la relación y reavivar la chispa del amor.
4. Una prueba de compatibilidad
Viajar con tu pareja es la prueba perfecta para saber qué puedes esperar de tu vida con ella. En un viaje todo se magnifica, y no existirá un momento igual en el que puedas conocer mejor su forma de ser y puedas demostrar si podéis convivir juntos. Si sobrevivís a un viaje en pareja, es que sois suficientemente compatibles como para intentarlo, si no os aguantáis, mal asunto...
5. ¡Es más barato!
Reconocemos que no es uno de los motivos más románticos, pero si uno de los de mayor peso. Viajar con alguien, en este caso tu pareja, asegura que reducirás tu gasto en torno a la mitad. Por ejemplo, en la mayoría de hoteles una habitación individual cuesta lo misma que una doble, así que si viajas con tu enamorado, la operación será mucho más rentable para ambos. Los gastos en alimentación, transporte u ocio también serán menores al ser compartidos. ¡Incluso quién sabe si podrás aprovecharte de algún 2×1!
6. Podrás dar rienda suelta a la pasión
Viajar con tu pareja significa que nadie más os molestará mientras estáis de vacaciones. Y eso significa tener mucho tiempo, intimidad y espacio para disfrutar de vuestra relación y dar rienda suelta a la pasión. Y si visitáis algo como un país exótico, un destino relajante, un hotel de lujo o una playa paradisíaca... ¡todavía más!
7. Aprenderás a tomar decisiones conjuntas
Dónde ir, qué visitar, dónde comer, cómo organizarse... Si viajas sola te resultará muy fácil hacer tus propios planes, pero si viajas en pareja tendrás que adaptarte y aprender a ceder, a tener en cuenta otras opiniones y a tomar decisiones consensuadas. Y es que como sabrás, saber tomar decisiones en común es una de las claves para que una relación funcione.