No puedo no decir algo, soy un poeta con alma,
Cuando veo el sufrimiento, mi corazón se desangra.
Porque la tierra se ensaña, con inocentes pequeños,
Que solo quieren jugar y crecer es su derecho.
Hoy lloro por los pequeños, mis chamaquitos con alas,
Que se fueron de este mundo, dejándonos sin más lágrimas.
Angelitos hermosos, que de esta tierra partieron,
Seguro encontraran paz, donde Dios cuide en el cielo.
No hay consuelo que valga, ni razón para el olvido,
Siempre estarán con nosotros, como angelitos queridos.
Sus familiares hoy lloran, por su partida fugaz,
Y el mundo lo está sufriendo, sin poder volver atrás.
Los chamaquitos con alas, vuelan a un mundo mejor,
Donde no existe la envidia, la maldad, ni destrucción.
Donde reina la inocencia, la paz y sobre todo el amor,
Allí estarán jugando, sin miedo y protegidos por Dios.
Es imposible callarme, sintiendo este gran dolor,
De niños que ya partieron, dejándonos sin razón.
Solo queda el consuelo, de que están mejor con Dios,
Y que desplieguen sus alas, volando sin más temor.
Angelitos hermosos, que de esta tierra se han ido,
No olviden y protejan a su México querido,
Dejando a todo el mundo sumido en mil pesares,
Y a quienes fueron y serán sus familiares.
DEDICADO A LOS ANGELITOS VICTIMAS DEL TERREMOTO EN MÉXICO.
* * * * F I N * * * *
Daniel Meyer Millas