Padre, pensé que me había apartado de Tu Voluntad, que la había desafiado, que había violado sus leyes y que había interpuesto otra voluntad más poderosa que la Tuya.
En realidad, no obstante, no soy otra cosa que una extensión de Tu Voluntad que se extiende continuamente.
Eso es lo que soy, y ello jamás ha de cambiar.
Así como Tú eres Uno, yo soy uno Contigo. eso es lo que elegí en mi creación, en la que mi voluntad se hizo eternamente una con la Tuya.
Esa decisión se tomó para siempre.
No puede cambiar ni oponerse a sí misma.
Padre, mi voluntad es la Tuya.
Estoy a salvo, tranquilo y sereno, y gozo de una dicha interminable porque así lo dispone Tu Voluntad.
Hoy aceptaremos la unión que existe entre nosotros, y entre nosotros y nuestra Fuente.
No tenemos otra voluntad que la Suya y todos somos uno porque todos compartimos Su Voluntad.
A través de Ella reconocemos que somos uno solo. A través de Ella encontramos por fin el camino que nos conduce a Dios.
COMPARTIDO CON MUCHO AMOR,
MACHI V