Si pudiera rozar la tersura de las playas,

tocar alguna estrella.., hacerla mía,

advertir que la noche sin ella es mas sombría,

que todos los azules se desmayan...

Por esa tristeza siendo piel como la hiedra,

que aferra a los tiempos, los preserva,

y cae como rocío en este tiempo mío,

dejando alguna pena paseando por el río...

Soñando entre los sueños que te olvidan,

ritual de insensatez, cual mar en calma,

que alimente mi esencia, me dicte cada letra,

se filtre en mi ventana llegándose a mi alma

por siempre, por después, por esa vida,

de dulces y nocturnas consonancias...

Eternas latitudes, espacios coronados,

  etérea realidad de lo creado,

praderas y llanuras, océanos y alturas,

en noches solitarias de lo amado..

..

 

Un cielo compartido por tanto percibido,

  en luz y despertar de la fragancia..

Eterna lejanía de nostalgias,

 anocheceres  de cielos al abrigo,

de todo tu calor en la distancia..

María Marta Britos