Que la tierra te mantenga con los pies
firme en ella, que sostenga a tu cuerpo,
cuando pierda el equilibrio.
Que el viento susurre a tú oído y te dé
cada respuesta, de esas preguntas que
guardas, que cure todo aquello, que tu cabeza
invente.
Y que el fuego alimente, tu mirada y
purifique los sentimientos que nutrirán a tu alma.
Que la lluvia sea tu aliada, que te entregue
sus caricias, que limpie tu mente y alma,
de todo aquello que no te pertenece.
Toma mi mano, y caminemos juntos este
día de diciembre, porque te llevare por el
camino, que te lleva a mi alma enamorada.
Debe ser maravilloso una noche tú y yo solo,
te imaginas, una noche para amarnos,
sin tener que separarnos.
Una noche tú y yo solo en una habitación
cerrada, sin amigos y sin miradas y sin nada
que no distraiga, sin ruidos y los dos sobre la cama,
te imaginas.
Esté amor que es puro fuego, sin barreras
y al desnudo, te imaginas yo tapado con
tú cuerpo, y tú abrigada con el mío.
Te imagina esa noche, tu y yo en esa cama,
sin miradas y sin ruidos, solo tú y solo yo, te imaginas.
Julian cobo