Todo lo tuyo me envuelve,
al mirar tan colosales obras,
en verdad que tu me asombras.
al invocarte... todo se resuelve.
Cobra sentido mi vida,
cuando con gracias me bañas
ya no me siento herida,
y nada del mundo me daña.
Hoy me marcaste el rumbo,
soy espíritu que llego al mundo.
en corto espacio soy carne .
y mil tentaciones llaman mi sangre.
Elevaré mi plegaría
para romper la tentación,
no soy carne pal carbón.
quiero ser como la dulce María.
Dulce Padre, hermano y amigo.
quiero estar siempre contigo
porque das luz a mi alma.
y solo así reposo en calma.
Las tormentas tu diluyes
con tu hermosa sonrisa,
dame de la luna una caricia.
mi oración tu retribuyes.
Te amo y tu lo sabes
te miro en cada flor,
en el sol, con su resplandor.
¡Ven a mi corazón!! que solo tu cabes.¡
Celeste.