Me vesti de negro. Mi traje rosado.
lo guarde angustiada dentro del ropero...
Ya que tus pupilas no me acariciaban
deje de rizarme tambien el cabello!
Ni sedas. ni lujo ... ni 'rouge' en los labios,
No iban a tentarte con su aroma fresco!
Guarde los perfumes. Deje de pintarme,
deje de mirarme tambien al espejo ...
Y de pronto. Un día. Todo fue cambiando.
te fuiste borrando dentro de mi pecho,
otra voz de hombre comenzo a arrullarme
y me fui quitando mi vestido negro.
Que tonta. me dije. Vestirme de lutos.
por aquel ingrato que no lo merece...
y otra vez brillaron mis ojos oscuros.
Y fui como un árbol cuando reverdece.
Ahora tu recuerdo no me causa daño.
Estas de mi vida tan lejos, tan lejos...!
que olvide tus labios
por otros más dulces henchidos de besos...
Juanita