Del salmo 101
/. Señor, escucha mi plegaria.
Señor, escucha mi plegaria;
que a tu presencia lleguen mis clamores.
El día de la desgracia, Señor,
no me abandones.
Cuando te invoque, escúchame
y enseguida respóndeme. R/.
Cuando el Señor reedifique
a Sión y aparezca glorioso,
cuando oiga el clamor del oprimido
y no se muestre a sus plegarias sordo,
entonces al Señor temerán todos
los pueblos y su gloria verán los poderosos. R/.
Esto se escribirá para el futuro
y alabará al Señor el pueblo nuevo,
porque el Señor, desde su altura santa,
ha mirado a la tierra desde el cielo,
para oír los gemidos del cautivo
y librar de la muerte al prisionero. R/.