Asimismo, los Obispos Españoles, por medio de la carta del Cardenal Omella, envían “nuestra condolencia y cercanía fraterna. Ofrecemos nuestra oración a la Trinidad Santa por el eterno descanso de los fallecidos, la recuperación de los heridos y la reconstrucción de todo lo destruido”.
En la carta se anuncia también el envío a esta “Iglesia hermana” de “una sencilla colaboración económica para colaborar en las necesidades más urgentes”, ayuda que se suma a la ya comprometida por Cáritas Española y por la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española.
La explosión del 4 de agosto en Beirut se produjo cuando se incendió un depósito portuario en el que se almacenaba desde hacía años sin custodiar un cargamento de 2,750 toneladas de nitrato de amonio. Como consecuencia, han fallecido más de 150 personas y más de 5.000 han resultado heridas.