Plegaria a la Virgen del Pino
Si es peligroso el camino mientras vas ganando altura, siente el auxilio divino de la Madre y su ternura. Si vas como peregrino por sendas desconocidas, no temas por tu destino porque la Madre te guía. Y si tu barco perdido a la deriva navega, reza a la Virgen del Pino para que te lleve a tierra. si es dura, como adivino, la vida en la gran ciudad, reza a la Virgen del Pino, que siempre te ayudará. Si se cruza un desatino en tu mente somnolienta, reza a la Virgen del Pino, que siempre te cuida atenta. Y si las fuerzas se han ido cuando te oprima el dolor, ¡reza a la Virgen del Pino, que te ve desde Teror!
José García Velázquez
Las Palmas de Gran Canaria, 16 de octubre de 2008
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