Nacimiento de Jesús
Media la noche, todo está en calma,
todo sumido en oscuridad;
Las calles del pueblo están solitarias,
el aire está lleno de fría humedad.
Allá en un pesebre en Belén de Judea;
descansa en la yerba la virgen María;
su rostro refleja cansancio y tristeza,
mas la vence el sueño y cae rendida.
De pronto María de placer se estremece
y sus suaves manos abrazan un niño,
José mira al cielo, una luz aparece
que alumbra al infante con tierno cariño.
Un buey, una mula, contemplan al Niño
y tiemblan al ver tan grande milagro;
el buey se arrodilla y está silencioso
la mula se inclina ante el Niño Santo.
Una estrella brillante alumbra el pesebre
anunciando al mundo que nació el Mesías;
la naturaleza canta, ríe y danza,
Ha nacido Cristo, todo es alegría.
Cerca del pesebre, varios pastorcitos
guardaban vigilia ante su ganado;
al notar, la estrella, se asustan y gritan,
pero un ángel les dice: "No temáis, hermanos".
"He aquí os doy nuevas de gran gozo,
de gran regocijo a todo Israel:
Ha nacido hoy Jesucristo Dios
en esta bendita ciudad de Belén".
Los pastores inclinan su rostro en silencio
y salen a ver al Niño Jesús;
Allí se arrodillan, y todos adoran
rodeados de una clarísima luz
¡Gloria a Dios en las alturas
reine en la tierra paz,
y para todos los hombres
haya buena voluntad!
* * *
Así dice Ana Picart sobre este poema en la introducción
de su poemario "Cosas":
"A los nueve años escribí un poema sobre el nacimiento de Jesús.
No sabía nada de métrica. Los versos salieron largos, largos.
Catorce estrofas.
Pasado el tiempo sobrevivieron nueve.
Y las incluí aquí, porque son el inicio de Cosas".
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