Paz mundial
Veo paz; hablo paz; vivo partiendo de un corazón en paz.
Hago una pausa consciente para sentir los latidos de mi corazón y el fluir profundo y tranquilizante de mi aliento. Dedico mi día a la paz hoy.
Como creación de Dios, comparto una herencia común de amor divino con todas las personas. Recuerdo esto al pensar y hablar de otros hoy. Aprecio la diversidad que existe en el mundo, la cual añade riqueza, belleza y sentido al tapiz de la humanidad.
Las palabras que elijo y el tono con el que las digo reflejan y propagan mis intenciones pacíficas. Busco oportunidades para compartir una sonrisa, una palabra amable y una mano amiga. Soy una presencia de paz dondequiera que estoy. Veo paz; hablo paz; vivo partiendo de un corazón en paz.
Por lo tanto, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. —Romanos 14:19
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