Se dice que cierto golfista empedernido y ya entrado en años, fue a ver a una pitonisa para preguntarle si en el cielo había campos de Golf. La adivina le contestó que necesitaría hacer algunas averiguaciones y le pidió que volviera al día siguiente.
Cuando el deportista regresó, la mujer comenzó diciendo:
- Le tengo una noticia buena y otra mala.
- Primero deme la buena –Le rogó el visitante.
- Hay muchos campos de golf en el cielo –declaró la adivina- : hermosísimos, verdes, bien cuidados, dotados de los mejores equipos y con clubes elegantísimos.
- Magnífico –exclamó- ¿Y cuál es la mala noticia?
- Que usted comenzará a jugar allí el próximo domingo a las 10:30 de la mañana.