Vida
A mi madre con amor
El día que en tu amoroso vientre me engendraste, madre querida,
con amor, con entusiasmo, y dulzura me regalaste la vida,
nueve meses soportaste de antojos y de fatigas,
nueve lunas me llevaste muy dentro de tus entrañas, con alegría.
Tu vientre se deformó poco a poco, día a día,
y tú nunca te quejaste, sonreías llena de júbilo,
lo acariciabas con mimo, masajeabas tu barriga,
para que yo, salir pudiera al mundo, sin una herida.
Escuchabas los latidos de mi inquieto corazón,
sentías entusiasmada que me aferraba a la vida,
era sangre de tu sangre, era carne de tu carne,
era un ser muy pequeñito que colmabas con tu amor.
Notabas mis movimientos en tu vientre de azucena
me tocabas con ternura, siempre con amor de madre,
con suavidad, con ternura, con tus manos de claveles,
mirada resplandeciente, bella como una sirena.
Con mi padre compartías la ternura de tus manos,
tocaba con suavidad en tu vientre deformado,
te miraba dulcemente, sintiéndose como un niño.
me daba su amor de padre, me acariciaba con mimo.
Se cumplieron nueve meses para salir a esta vida,
bendito sea tu vientre en el que estuve dormida,
benditos sean tus pechos los que a mi me alimentaron,
gracias por darme la vida, por tus inmensos cuidados.
Chelo Álvarez
“Sencillas palabras”
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