El Cucharón Santo de Dios
"No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo
erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como
hijos de luz porque el fruto del Espíritu es en toda
bondad, justicia y verdad, comprobando lo que es agradable
al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las
tinieblas, sino más bien reprendedlas"
Efesios 5:7-11.
Un hacendado iba toda semana para el Mercado para vender,
entre otras cosas, el queso cottage y mantequilla de manzana
hecha en su hacienda. Él les llevaba en dos tinas grandes.
Con una cucharón, él les retiraba y colocaba en recipientes
pequeños traídos por los clientes. Un día, al llegar a el
mercado, descubrió que había olvidado una de las cucharones.
No tuvo otra opción sino usar la misma concha para ambos los
productos. Luego, tanto el queso como la mantequilla se quedaron mezclados y no se podría decir, al mirar, cual era el queso y cual era la mantequilla. El mismo acontece con el hijo de Dios.
Él mezcla tanto las cosas espirituales con las
cosas del mundo que no se sabe más si es un cristiano o un incrédulo.
¿Cuál ha sido, actualmente, nuestra apariencia? Tenemos el brillo característico de aquéllos que andan en la presencia del Señor o no presentamos diferencia alguna de los que prefieren ignorar Dios?
¿Hemos buscado obedecer a las
enseñanzas bíblicas, creyendo que es el mejor camino para una vida abundante y feliz o hemos mostrado indiferencia a la Palabra de Dios, adaptándonos a todo cuanto pueda nos ofrecer algún tipo de placer, mismo qué sea pasajero?
¿Hemos separado nuestra cucharón para uso exclusivo de las cosas
celestiais o a hemos usado también para las qué son del mundo?
Los que son hijos de Dios son diferentes. Tiene una
característica particular, tiene brillo, alumbran el lugar
por donde pasan, llevan un perfume suave de vida y
salvación. Cuando se dejan seducir por cosas que no agradan al Señor, se vuelven semejantes a los demás y no se puede ver más el brillo de sus vidas.
Nuestra tina espiritual es usada apenas por la cucharón de Dios ¿o por cucharones de otras fuentes?
Dios te continue bendiciendo.
Con amor, siempre tu amiga.