Abuelita, mi linda abuelita,
mujer llena de cariño,
de paz, y sobretodo,
de mucha paciencia.
Abuelita, que con tus dulces manos
acariciaste mi frente,
y me arreglaste el cabello,
tierna mujer,
con temple de acero,
mujer trabajadora
con porte de reina,
mujer bella,
esbelta y honesta.
Abuelita,
preciosa mujer
que llevo en mi alma.
Decir:
Ire a casa de abuelita,
es decir,
ire a la casa en donde me daran cariño,
es ir a la casa,
en donde siempre habra comida
para su nietecito,
es un lugar
en donde todo se suspende
para atenderme.
Abuelita,
tu tambien fuiste hermosa,
y saludable,
dispuesta a ayudar al projimo,
madrugadora y sabia.
Mujer que nunca anduvo
en chismes
y no los permitia.
Mujer fina, educada
y reservada.
Mujer que se preocupo
por dejar un ejemplo impecable.
Mujer que siempre tenia
una sonrisa
enmedio de sus tristezas,
enmedio de sus dolores.
Abuelita,
tu tambien fuiste hermosa,
ahora, son decenas de años
los que estan sobre ti,
son muchos años sobre tu cuerpo.
Has visto gente nacer,
y gente morir,
nos has visto crecer,
llorar y sonreir.
Nos has visto, llegar, y tambien salir,
Te has divertido con los
abrazos de los nietos
y has llorado
en las despedidas.
Abuelita,
tu tambien fuiste hermosa,
aquellas lindas manos trabajadoras,
las que preparaban la comida,
barrian el patio,
lavaban la ropa
y sembraba arboles,
ahora estan arrugaditas,
tu rostro,
aquel lindo rostro
tierno y serio a la vez,
ahora se ha marchitado
como las flores
por la tarde.
Pero sigues siendo mujer,
sigues sonriendo,
sigues recibiendo
las visitas de los que te amamos,
continuas regalando besos y abrazos,
tu voz es la misma,
fuerte y melodiosa,
pausada y conservada,
anque me dices, al oido,
hijito:
ya no soy la misma de antes.
yo le digo:
Sigues siendo hermosa!!
Ella guardo silencio,
mientras una lagrima
recorria su rostro.