División   "“Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos Romanos 16:17-18 "   Una de las cosas mas importantes para tener en cuenta, cuando amamos al Señor y su obra es buscar la armonía de los hermanos y la sanidad en la enseñanza de La Palabra de Dios. En este sentido debemos tener los ojos y oídos abiertos, estar preparados para apartarnos de aquellos que tratan discriminar, hacer diferencias, entre los hermanos, pues todos ellos son iguales y por todos ellos murió Cristo. Dios condena el hacer diferencias con los hermanos por la razón que fuere. Cuando llegamos al punto de los tropiezos en contra de la doctrina, la cosa se complica, porque se convierte en un tema mucho más serio e importante. Ya no es lo que nosotros pensamos, allí es lo que piensa Dios. Quien manda, es Su Palabra, nosotros no podemos suavizar ni agravar lo que ella nos dice. Muchas de las divisiones que se generan, tienen razón, en la pretensión soberbia de creer que lo sabemos todo, en las ambiciones de poder y en los problemas personales. La Biblia es muy clara y por eso nos dice “tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo”. Esto es definitivo, quien no sirve a Jesucristo, puede estar sirviendo a su ego, puede estar sirviendo a sus ambiciones o puede estar sirviendo a sus intereses, pero detrás de cada uno de estos motivos, realmente a quien servimos es, a Satanás. Nosotros no lo pensamos, y posiblemente en muchos casos no sea la intención, pero quien siempre saca partida de esto es el diablo. Normalmente quienes causan divisiones son personas intransigentes en su manera de pensar y en ocasiones, no les importa el daño que pueden causar, en los creyentes nuevos. Solo les interesa satisfacer sus apetitos e intereses. Por eso la tarea de prevención con aquellos que son ingenuos, pasa a tener una importancia preponderante. Donde hay una buena enseñanza, no hay temor de desviaciones, pero el apóstol Pablo sabe bien la importancia de la advertencia, cuando repite muchas veces, como dice en I Corintios 10:1 “porque no quiero hermanos que ignoréis”. ¡Señor ayúdame para enseñar tu Palabra para que otros no ignoren!   Gracias a la hna. Andrea por el fondo   by Andrea