Viernes, 15 de enero de 2010
Segundas oportunidades
Léase 2º de Samuel 12.1-14
Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso–le contestó Jesús.
-– Lucas 23.43 (NVI)
NUNCA olvidaré mis primeros cinco minutos en el ministerio en la prisión. Entré a la unidad con el grupo de ministerio; el gran portón de acero se cerró detrás de nosotros y pensé: Señor ¿qué he hecho? En la unidad de seguridad máxima hay personas convictas por los crímenes más graves. Pero, ¿están sin esperanza? ¿No habrá lugar para ellos en el cielo?
Antes de involucrarme en este ministerio, pensaba que las personas que habían cometido crímenes graves debían ser encarceladas para siempre. Sin embargo, mientras más las visito y las conozco, más se asemejan a las personas de la Biblia: David cometió adulterio; Moisés cometió un crimen; Rahab estuvo involucrada en la prostitución; Pedro, si hubiera estado bajo juramento, hubiera cometido perjurio. La Biblia está llena de historias de personas que han cometido errores graves. Pero al final hallaron favor ante Dios, porque Dios les ofreció una segunda oportunidad. A la primera persona que Jesús le prometió el cielo fue a un criminal. ¿Qué nos dice eso a nosotros/as?
Sr. Michael Noller (Texas, EUA)
Oración:
Dios, guárdame de juzgar a otras personas, aun a quienes están en prisión. Recuérdame lo que he hecho y has perdonado. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
¿Qué persona cerca de mí necesita escuchar que Dios nos da una segunda oportunidad?
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OREMOS:
Por los ministerios en las prisiones.