Sábado, 16 de enero de 2010
Alaba, alma mía, al Señor
Léase el Salmo 103.1-6
Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre.
-– Salmo 103.1 (RVR)
ESTABA de pie bajo la sombra de un álamo y miraba la pequeña lápida que indicaba el lugar donde nuestro pequeño hijo estaba sepultado. Hoy tendría un año, pensé. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Traté de reflexionar en los eventos por los cuales podía estar agradecida. Hubo amistades y familiares que nos ayudaron con los gastos fúnebres y médicos. La pérdida había afectado mi matrimonio, pero nuestra relación sobrevivió. Mi corazón ya no estaba tan atribulado como estaba el día que Eliud falleció.
El bendecir el nombre de Dios cuando la vida está llena de gozo es fácil. El bendecir el nombre de Dios cuando estamos sufriendo es difícil. Pero la Biblia nos dice que Job aprendió a alabar al Señor en toda circunstancia. Cuando tenía riquezas, gozaba de buena salud e hijos saludables, él alabó a Dios. Cuando perdió todo, continuó alabando a Dios.
No podemos controlar los acontecimientos en nuestra vida, pero en circunstancias tristes podemos permanecer aferrados a nuestra fe y bendecir el nombre de Dios. Dios es bueno aunque los detalles de nuestras vidas no lo parezcan.
Sra. Terese Luikens (Idaho, EUA)
Oración:
Oh Dios, ayúdanos a bendecir tu nombre en los tiempos buenos y en los tiempos malos. Por Jesús. Amén.
PENSAMIENTO PARA EL DÍA
Dios es bueno aún cuando nuestras vidas no lo parezcan.
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OREMOS:
Por los matrimonios afectados por las dificultades.