Concédeme, Señor,
Concédeme, Señor, abundancia de lágrimas para mantenerme humano, abundancia de sonrisas para mantenerme cuerdo, abundancia de contratiempos para mantenerme humilde.
Concédeme, Señor, abundancia de aciertos para mantenerme confiado, abundancia de paciencia para seguir esperando, abundancia de esperanza para sobrevivir en la duda.
Concédeme, Señor, abundancia de amigos para cobrar ánimos abundancia de recuerdos para adquirir consuelo abundancia de fe para encaminarme a ti
(Arnaldo Pangrazzi)
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