Vé con esta tu fuerza... Ciertamente yo ... Ciertamente yo estaré contigo" (Jueces 6:14,16).
El escritor Gary Inrig cuenta una la divertida historia de un hombre que fue a ver a un psiquiatra y se quejó de tener un complejo de inferioridad. El médico le escuchó pacientemente y entonces dijo: «Tengo noticias buenas y malas para usted. Las buenas son que usted no tiene complejo. Las malas son que usted ¡es inferior!»
Gedeón se parecía mucho a aquel hombre. Era un candidato improbable para ser un líder nacional. Puesto que trató de pasar desapercibido sacudiendo el trigo en el lagar. Nunca soñó con conducir a Israel a una victoria militar sobre sus enemigos. Pero el Señor lo llamó a una tarea que exigía mucho valor y liderazgo. Ignoró el pretexto de Gedeón de que era inadecuado. «Vé con esta tu fuerza —le dijo—. ¿No te envío yo?» (Jue. 6:14). Dios lo iba a capacitar. La responsabilidad de Gedeón era simplemente obedecer.
El Señor ha formado líderes de iglesias y maestros efectivos de personas que nunca soñaron que podían hacer la tarea. No debemos dejar que los sentimientos de inferioridad nos abatan ni se conviertan en una excusa para desobedecer. Dios puede capacitarnos para trabajar muy por encima de nuestras habilidades naturales.
Hay un rincón especial para que lo ocupes tú. Pídele a Dios que te ayude a ser y a hacer lo que Él desea. El mismo Dios que capacitó a Gedeón te capacitará a ti también. —HVL
Los recursos de Dios siempre son iguales a sus requerimientos.