No pierdas la esperanza
Oyéndolo Jesús, le respondió: no temas; cree solamente, y será salva”
San Lucas 8:50
Con el pasar de los años me he dado cuenta que en todo camino hay etapas de desalientos y desconsuelos, donde parece que nada tiene sentido y hasta la propia vida parece haber perdido importancia; jóvenes en las universidades, liceos y centros de capacitación que por alguna dificulta ven como alternativa abandonar los estudios, en matrimonios por no comprenderse el uno al otro llega a la mente que el divorcio es la solución más viable, y hasta personas que en su peor ocasión por reunir todas las características antes mencionadas pretenden quitarse la vida creyendo que es lo mejor; pero les digo que no pierdan la esperanza todavía hay solución.
Cuando veo la historia de Jairo y la mujer del flujo de sangre, veo que la vida suele verse injusta a mi parecer y me explico mejor, (leer Lucas 8:41 y 43) cuando contemplamos esta historia que habla de un hombre que tenía una hija de doce años que estaba a punto de morir y una mujer que desde hace doce años padecía de un flujo de sangre; ahora bien retrocedamos esta historia doce años más atrás, un matrimonio que esperaban un hijo por fin lo pudieron tener, un hogar donde llego el milagro de la vida todos contentos y felices por la llegada de niñita sana y fuerte que daba alegría a sus padres, pero en un lugar no muy lejano había una mujer que le llego la costumbre pero un poco diferente a las veces anteriores ya que se prolongo más de lo normal y de ahí en adelante empezó a buscar solución en muchos médicos hasta llegar al punto de quedar sin nada.
Es curioso, mientras que en algunos hogares hay alegría en otros hay sufrimientos, bueno así es la vida y eso no lo podemos cambiar.
Pero en medio de las adversidades y momentos difíciles siempre tenemos que tomar una determinación la cual puede quitar o darnos vida, en el caso de la mujer del flujo de sangre cuando escucho hablar de Jesús y que pasaba por su ciudad aunque estaba débil por su enfermedad se propuso en su corazón arriesgarse por conseguir la sanidad divina hasta que la halló. De igual manera Jairo un principal de la sinagoga sin importar “el qué dirán” corrió para buscar la ayuda del único que podía dársela pero todo no fue tan fácil, al solicitarle a Jesús que fuera con urgencia para su casa, en el camino el maestro se detiene porque era necesario manifestar la sanidad de una mujer que aunque no se da su nombre, Dios la mira con mucho interés a tal punto que la sana y cuando termina de hablar con ella llega la mala noticia (para Jairo) de que no molestara mas al Maestro porque la niña (su hija) había muerto.
Pongámonos en los zapatos de este hombre, el había escuchado que él tenía el poder para levantar muertos pero en su corazón estaba una pregunta ¿podrá resucitar a mi hija? Eso sí que era un problema en la mente de Jairo y el Señor lo sabia tan bien que no dejo que él le respondiera a los que traían la mala noticia diciéndole “no temas; cree solamente, y será salva”, creo que sintió algo en su corazón cuando escuchó esas palabras que empezó a aumentar su fe a tal medida que pudo conseguir el milagro que necesitaba para que su hija volviera a vivir.
Mi hermano o amigo que lees, se que estas lleno de problemas y aunque ves en las escrituras muchos milagros, te preguntas ¿Dios podrá hacer uno en mi vida? Bueno déjame darte la buena noticia, que si crees solamente puedes recibirlo, la vida seguirá presentándose dura o injusta para todos pero dice la palabra de Dios en Romanos 8:28 “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” pero seguir dudando no me llevará a ningún lado, ya que la persona que duda es semejante a las olas del mar que es echada de un lado al otro por el viento y nunca puede recibir algo de parte de Dios (Santiago 1:6 y 7).
Comprendamos que en el aprendizaje de la vida es necesario llegar a desarrollar la fe que el Señor ha puesto en nuestros corazones y hablo de esta manera porque si llegaste hasta este punto en esta reflexión, voy a comenzar a ministrar fe para sanar y libertar a todos los que por alguna causa las circunstancias de la vida le ha quitado el gozo y la alegría.
Aunque tus días han sido duros, comprende que el Señor te dice en este momento no temas, aunque el diagnostico sea negativo y todos digan que vas de mal en peor, solamente si crees como lo pudo hacer Jairo vas a ver la gloria de Dios en tu vida, ya que Dios es quien sostiene todas las cosas y ha sostenido tu vida hasta ahora para que en este momento te llenes de fe para seguir adelante confiando que él puede cambiar la situación que estás viviendo.
“La mujer que tenía el flujo de sangre y Jairo creyeron a la palabra de Jesús, tú también puedes creer y recibir un milagro de parte de Dios; así que no pierdas la esperanza y prepárate para la bendición”.
MIGDALIA