El perro y el conejo
Un señor le comprò un conejo a sus hijos.A su vez, los vecinos le pedieron una mascota a su padre.El hombre comprò un cachorro pastor alemàn.
El vecino al enterarse exclamò:
Pero èl se comerà a mi conejo!!!
De ninguna manera replico el vecino mi perro es cachorro.Creceràn juntos y seràn buenos amigos.Yo entiendo mucho de animales, no habrà problemas, puedo asegurarlo.
Y parece que el dueño del perro tenìa razòn. Ellos crecieron juntos y fueron buenos amigos...Era normal ver al conejo en el patio del perro y al reves.
Pero... un dìa el dueño del conejo fue a pasar un fin de semana en la playa junto a su familia.
Cuàndo regresò el dueño del perro mientras tomaban la merienda junto a sus niños, entrò el perro a la cocina.Traìa el conejo entre sus dientes,sucio de sangre y tierra ...y ademàs...muerto.
Casi matan al perro de tanto agredirlo.
Decìa el hombre:
El vecino tenìa razòn, y ahora que haremos!!????
La primera reacciòn fuè echar al aminal de la casa como castigo por lo sucedido, ademàs de los golpes que ya habìa recibido. En unas pocas horas lo vecinos llegarìan. Todos se miraban entre sì, mientras afuera el perro lamìa sus heridas.
Hasta que por fin un de ellos tuvo esta idea;
Bañemos al conejo, dejemoslo bien limpio, luego sequemoslo con el secador y pongamoslo en su casita del patio...y asì lo hicieron; hasta perfume le pusieron al conejo! Quedò lindo!! exclamaban los niños, parece vivo!!, y asi lo pusieron con su pattitas cruzadas como si estuviera durmiendo...Luego al llegar los niños se escucharon gritos.
No pasaron cinco minutos cuando el dueño del conejo vino a tocar a la puerta, algo extrañado. ..
Que paso?, dijo su vecino.
El conejo muriò...
Muriò???
Si, murìo el viernes
Muriò el viernes??
Sì, fuè antes de que viajaramos. Los niños lo enterraron en el fondo del jardìn....
Autor desconocido
El gran personaje es el perro en esta historia, imaginate al pobrecito perro, buscando desde el viernes, en vano por su amigo de la infancia. Y despuès de mucho olfatear, descubrè el cuerpo enterrado.
Y con su corazòn partido, desentierra a su amigo, para llevarlo con èl.
Nosotros los seres humanos tendemos a juzgar anticipadamentes los acontecimientos si verificar lo que ocurriò realmente. Cuantas veces sacamos conclusiones equivocadas y creemos ser los dueños de la verdad'?
Pensemos bien antes de juzgar las acciones de los demàs y de emitir juicios sobre las situaciones, pero no dudemos en someter a un severo juicio a nuestros propios pensamientos y actitudes...
La gente puede dudar de lo que decimos, pero siempre va a creer en lo que no hacemos.
De el libro instrucciones de Dios
Paz
Andrea
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