La harina de algarroba se elabora a partir del fruto de un árbol, el algarrobo, considerado desde la antigüedad como la más preciada ofrenda de los dioses. Las semillas o habas del árbol de algarroba crecen en largas vainas con forma de cuernos.

 Como todo alimento natural es rico en nutrientes y se lo puede usar en la preparación de distintos postres gracias a que es dulce. Su olor suave y cálido hace que se asemeje al chocolate pero no son lo mismo. La algarroba tiene menos calorías que el cacao, no produce acidez, tiene Vitaminas A, B1, B2, B3, C y D y  no posee gluten, por lo que es apta para celíacos.

La harina de algarroba puede reemplazar al cacao en polvo en cualquier preparación ya sean tortas, masas y hasta en bebidas. En esta ocasión les presentamos una receta ideal para incorporar este tipo de harina tan rico y nutritivo en la lista de postres del menú familiar.

Ingredientes para la masa:

300 gr. de harina de ALGARROBA 300 gr. de harina de ALGARROBA 200 gr. de almidón de maíz

½ cucharadita de bicarbonato de sodio

  ½ cucharadita de polvo de hornear

  150 gr. de azúcar

  200 gr. de manteca

  3 huevos

  1 cucharada de esencia de vainilla

  1 cucharadita de ralladura de limón y/o naranja

Preparación:

Mezcle en un recipiente los ingredientes secos: harina de Algarroba, fécula de maíz, azúcar, bicarbonato de sodio y el polvo de hornear. Luego agregue la manteca a temperatura ambiente (pomada), huevos, esencia de vainilla y la ralladura de los cítricos en el centro. Intente formar una masa homogénea que no se pegue en sus manos. Déjela descansar en la heladera cubierta con Papel Film por 20 minutos.

Estire la masa hasta que tenga un centímetro de espesor y con un corta pasta corte medallones. Cocínelos en placas enmantecadas y enharinadas, bien separados entre sí.

  Importante: precaliente el horno por 15 minutos a temperatura constante.

Una vez que la masa esté fría una dos tapitas untándolas con mermelada o dulce de leche y por último espolvoree los alfajores con azúcar impalpable.