Un total de 23,6 millones de personas usan en España algún sistema de corrección de su visión, comogafas, lentes de contacto o ambas cosas, lo que supone un 50,6% de la población. Son los últimos datos de la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO) incluidos en el “Libro
Blanco Visión 2009”.
Si se tienen en cuenta los diferentes defectos visuales, el 67% de la población tiene signos de presbiciao vista cansada. Además, muchos de ellos tienen problemas de visión respecto a las distancias, como miopía (que padecen unos 11 millones) o hipermetropía (que afecta a unos ocho millones de habitantes).
Además, a medida que aumenta la edad, se incrementa el número de personas que necesitan corregir sus defectos de visión.
A pesar de estos datos, un 20% de la población reconoce que nunca ha visitado a un oftalmólogo para pasar una revisión visual y sólo la mitad dice haber acudido a un óptico-optometrista, en parte porque el 75% de los ciudadanos se espera a notar algún problema y no acude a las revisiones rutinarias.
Los datos dejan claro que la salud visual de los españoles, aunque es algo mejor que la media europea, es una asignatura pendiente. Hábitos inadecuados como leer con poca luz, trabajar delante del ordenador durante demasiadas horas, una postura incorrecta, e incluso el tabaco o una alimentación pobre en vitaminas pueden perjudicarla de forma notable.
En la entrevista de este mes, la Dra. Mercedes Vaquero Ruano, Jefe de sección de Oftalmología del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda de Madrid y Profesor Asociado de la Universidad
Autónoma de Madrid, explica que la mayoría de las enfermedades tienen causas multifactoriales y hay muchos elementos que influyen, entre ellos los hábitos de vida especialmente.
Para esta experta la prevención es clave. De ahí que recomiende que todos los niños antes de los tres años hagan su primera visita con el fin de detectar alguna enfermedad, que no se esté notando pero que tal vez exista; los adultos a partir de los 40 años deberían hacerlo cada dos años y los mayores de 60, con periodicidad anual.
La prevención, como en otros ámbitos de la vida, es fundamental y la Dra. Vaquero nos ofrece recomendaciones claras para mantener una salud visual óptima. De nosotros, en parte, depende no empeorarla.