Toda mujer que esté planificando quedar embarazada debería consultar previamente a su médico, aunque crea que goza de un buen estado de salud.
En la primera entrada de este blog comenzaremos abordando una cuestión que con relativa frecuencia los propios profesionales de la sanidad olvidamos aclarar y difundir entre la población general y que no otro que la conveniencia de consultar al médico antes de intentar quedar embarazada.
Toda mujer que esté planificando quedar embarazada debería consultar previamente a su médico.
Aunque evidentemente este planteamiento no siempre es posible, porque muchas mujeres quedan embarazadas sin desearlo, debemos lanzar desde esta tribuna una firme recomendación para que cualquier mujer que esté planificando quedar embarazada consulte previamente a su médico, aunque crea que goza de un buen estado de salud.
Con el término de asistencia preconcepcional se conoce a aquella atención que se presta a la mujer que no ha quedado aún embarazada pero tiene intención de hacerlo y que tiene como objetivo promover la salud de la mujer y su futura descendencia (1).
Como la salud de la mujer durante el embarazo depende de su salud antes de la gestación y la salud de la descendencia depende directamente del estado de salud materno, la asistencia durante el período preconcepcional se considera actualmente parte de la asistencia prenatal y es ampliamente recomendada por las principales sociedades científicas nacionales e internacionales (2).
La asistencia preconcepcional se basa en tres pilares: la promoción de la salud, la evaluación del riesgo asociado al embarazo y la ocasional puesta en marcha de diversas acciones en función de los riesgos y enfermedades descubiertos. Junto a su preocupación por los problemas médicos y psicosociales, incorpora un marcado interés en la prevención de enfermedades maternas y fetales.
La identificación de una mujer con cualquier patología o con hábitos perjudiciales para su salud cuando planifica un embarazo permite, además del tratamiento de la enfermedad, emprender acciones para modificar sus comportamientos, ajustar tratamientos con la intención de minimizar el riesgo para el feto y ofrecer a la vez una información veraz y suficiente para que la paciente pueda tomar decisiones en relación con su futuro embarazo.
Una de las medidas con mayor interés es la administración de preparados farmacológicos o suplementos nutricionales que contengan folatos y yodo, tema sobre el que tratará mi próxima entrada.
Dr. Jesús Hijona Elósegui
Es médico especialista en Obstetricia y Ginecología en el Hospital Universitario Materno-Infantil de Jaén y Doctor por la Universidad de Granada.