Alabado sea Jesucristo…
El rechazo no agrada. El desprecio y el fracaso no son gratos. La sensación de “no lograr nada”; el no ver el resultado de nuestros esfuerzos pueden llevarnos a la tristeza, la frustración, la tentación de abandonar todo. Frente a este estado de ánimo tan “natural”, el Señor nos dice: No te dejes intimidar (…) no te derrotarán, porque yo estoy contigo.
Todo cristiano es profeta. Dios nos ha elegido y consagrado (por el bautismo) para anunciar su amor allí donde la vida nos ha colocado con las “muchas o pocas cualidades” que creamos poseer.
La poderosa palabra de Dios nos invita a ser valientes, a no aflojar. La Iglesia nos necesita, el mundo nos necesita. La razón de nuestra confianza es que Jesús está con nosotros: Yo estoy contigo.
Señor Jesús, líbrame del miedo y del desánimo. Ayúdame a aceptar con sencillez mi lugar en el mundo, confiado no en mis fuerzas, sino en tu constante apoyo.
El Domingo
Gracias Sagrado Corazón de Jesús, por regalarme otro día mas para amarte.Casimiro López..