Alabado sea Jesucristo…
Jesús nos invita a seguirle con el mismo “equipaje” que Él utilizó: su palabra, su vida llena bondad, de compasión, de inmensa valentía y profunda libertad.
Quienes se consideren seguidoras y seguidores de Jesús han de mostrar, con su forma de vivir, lo que significa compartir. Jesús nos invita a ser liberadores de todas las enfermedades de nuestro mundo. A ser personas sanadoras, bálsamo, medicina y consuelo, constructores de paz. Desear y trabajar por la paz y la justicia, curar, compartir vida y mesa más allá de prejuicios y escrúpulos legales son modos concretos de hacer visible la cercanía del Reino que trae salvación,
rompe fronteras y libera de todo lo que oprime, esclaviza y deshumaniza.
Anunciar la llegada del Reino es confiar que Dios llevará a cabo su obra contando con nuestra disponibilidad para lograrlo.
Sagrado Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más, para amarte y servirte. La mies es mucha, pero los obreros son pocos, para recogerla. Palabra de Dios. Detente, el Sagrado Corazon de Jesús, esta conmigo. Amén. Casimiro López Cano.