Alabado sea
Jesucristo…
Necesitamos cambiar, Señor, danos sabiduría para revisar
nuestra vida, nuestro caminar, nuestras opciones y decisiones.
Empapa nuestro corazón con humildad sincera. Que seamos
capaces de darnos cuenta que tenemos que cambiar.
Dejar el hombre viejo: el egoísmo que atrapa; el pensar
en uno mismo antes que en los demás; el buscar con más afán lo material que el
Reino; la falta de confianza; el querer tener seguridades que no son tuyas…
¡Cuánto nos cuesta Señor, ponernos en tus manos!
Cambiar... Cambiar el corazón de piedra que nos hace
pasar indiferente ante el que sufre, el que pide… Nos ponemos en tus manos…
inúndanos de Evangelio. Transfórmanos desde dentro y danos una nueva
oportunidad. Que la oración, la lectura de tu Palabra, los gestos de
solidaridad y ayuda, la Eucaristía y la Reconciliación, nos vayan moldeando en
el espíritu de las Bienaventuranzas. Que cambiemos para amar más y mejor, en la
vida de todos los días…
Ayúdanos. Muestra tu luz y que ella descubra nuestras
sombras y oscuridades. Danos un corazón nuevo, que aprenda a sentir con la
compasión de Jesús... Danos unos ojos nuevos, que descubran en el presente las
semillas del Reino… Danos una manos nuevas,
que ayuden a construir estructuras de justicia y de paz...
¡Buenos días!
Comenzar de nuevo
Cuando una
dificultad seria se te interpuso para alcanzar tus metas, es hora de pensar si
vale la pena seguir luchando; si el discernimiento es positivo, no te
desanimes, puedes comenzar de nuevo, porque paso tras paso se llega a la
cumbre, ladrillo tras ladrillo se edifican los palacios y hachazo tras hachazo
se derriban los árboles gigantes.
No importa en qué momento de la vida te
cansaste, lo que importa es que siempre es posible y necesario recomenzar.
Recomenzar es darse una nueva oportunidad, es renovar las esperanzas en la vida
y, lo más importante, creer en ti mismo. ¿Sufriste mucho en este período? Fue
aprendizaje. ¿Lloraste mucho? Fue limpieza para tu alma. ¿Sentiste rencor? Fue
para poder perdonar. ¿Estuviste solitario en algunos momentos? Es porque
cerraste la puerta, incluso para los Ángeles. ¿Creíste que todo se había
perdido? Era simplemente el inicio de tu mejora. Ahora es el momento de
reiniciar, de pensar en la luz, de encontrar alegría en lo más sencillo.
Cuando tu vida se
encrespa con alguna tormenta, no pierdas el ánimo, porque hay dentro de ti
fuerzas insospechadas. Entre todas sobresale una que debes valorar, cuidar,
entrenar y servirte de ella: la voluntad. El éxito comienza con una voluntad
decidida a permanecer firme en la lucha hasta el fin, ése es el gran regalo de
Dios. Utilízalo con humildad y prudencia.
Padre Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día
más para adorarte y servirte. Hagamos como decía San
Agustín: Señor a Ti solo busco, a Ti solo amo y tuyo
quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1,). La mies es mucha y pocos son los obreros para
recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que estan cansados y
agobiados, que yo los consolaré Mt 11.28. Es la Palabra de Dios.
Alabado sea Jesucristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se
propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a
todos los creyentes y no creyentes, que pidan al
Señor Jesucristo en oración, que no haya más guerras ni
hambre en el Mundo, ni atentados terroristas, ni políticos de guante
blanco y reine la Paz, así como el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López.