Todos llevamos mucho tiempo comentando que el clima en nuestro planeta ahora es diferente, ya que los que
han vivido un siglo o muy cerca de el, saben del cambio climático,
pues en esa larga observación,se pudieron presenciar, lluvias que
duraban meses enteros, sin que éstas fueran torrenciales, por lo cual
la tierra absorbía toda el agua caída y en cualquier parte aparecía un
manantial. Y en esto me refiero a todas las partes del globo, excepto
en los desiertos que llueve muy poco; hay alguno como el de Atacama,
que siempre ha sido y es de muy escasa pluviosidad. Hoy tenemos que en
muchas partes de nuestro planeta llueve demasiado, causando grandes
desastres y en otras se producen sequías -incluso de años- originando hambrunas. También se producen fenómenos atmosféricos,
huracanes, tifones, monzones, olas enormes, tsunamis, reduciéndose o
desapareciendo glaciares, como en el volcán de el Quilimanjaro, La Antártida, cordillera del Imalaya, Groenlandia,
cordillera de los Andes, Tierra del Fuego y con más frecuencia,
fenómenos telúricos, sismos, maremotos, terremotos. Correntías,
inundaciones catastróficas, etc. etc.
Parece ser que en estos últimos tiempos, los Jefes de Gobiernos, están pensando que dicen verdad los científicos que estudian lo que ocurrirá en los
próximos 50 años y no muy en serio, están tomando medidas correctoras,
para que se aleje o no se produzca la gran hecatombe que se avecina.
Pongamos todos manos a la obra, con nuestro granito de
arena; reciclando, aminorando los consumos de agua, electricidad y
energías innecesarias, cambiando luces y electrodomésticos por otros de
bajo consumo etc. Así al consumir menos energía ahorraremos dinero y emitiremos a la atmósfera menos CO-2 y ayudaremos a evitar en
algo, los daños que estamos causando a nuestro planeta, que nos está
pasando factura, por nuestras gravísimas imprudencias. Casimiro López
Cano