La sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha conseguido captar imágenes espectaculares que evidencian que el cometa que persigue aparentemente no es uno, sino dos objetos unidos, lo que los científicos denominan un cuerpo "binario de contacto". Sin embargo, desconocen cómo el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, llamado así por sus descubridores en 1969, ha llegado a tener esta forma.
El equipo de la misión de la ESA baraja la posibilidad de que 67P haya sufrido una fractura mayor en algún momento de su pasado o que las dos partes sean de orígenes completamente diferentes.
En un principio había indicios de que la imagen llegada a la ESA la pasada semana mostraría algo insólito, pero hasta suavizar la fotografía para mejorar su comprensión los científicos no comprobar que se trataba de un cuerpo binario de contacto.
Cometa 67P/Churymov-Gerasimenko en la constelación Ophiuchus ESA/ROSETTA
El descubrimiento de esta inusual forma ha obligado a los científicos a revisar su plan para aterrizar sobre el cometa, una compleja operación prevista para el 11 de noviembre de este año, ya que deben elegir la zona adecuada para el descenso de Rosetta.
Por ahora la sonda está aproximándose al cometa y está previsto que se coloque en la órbita de 67P el próximo 6 de agosto. Rosetta deberá encontrarse en esa fecha a una distancia aproximada de 70 kilómetros y permanecerá en esa posición hasta que los científicos de la ESA comprendan mejor el campo gravitacional del cometa. Entonces se acercará a una distancia de 30 kilómetros y se seleccionará una zona para la toma de contacto de Philae, el robot de aterrizaje que actualmente se encuentra acoplado a la sonda Rosetta.