Me deleité,
con el canto de las aves silvestres
buscando su alimento, como lo hacen
diariamente.
Sentí en mi piel los rayitos del sol,
que acariciaban a los árboles
con el rocío mañanero.
Caminé por una calle muy transitada
donde corrían veloces los carros,
no detenían su marcha.
No les importaba que fuera una ciega
la que atravezaba.
Veo poco y veo mucho
ya mis ojos se han ido gastando con el tiempo.
La luz escasea en ellos.
Quiero viajar por una vez más.
Llegar a mi tierra querida
a la que me vio nacer.
Volver a encontrar
aquella conchita nácar
que me arrulló con su vaivén,
librándome de los peligros
que me acecharon en el ayer.
Quiero decirte al oído
sin que te asombres realmente,
que casi ya no te miro
que pasas por mi lado y no te distingo.
Que la luz de mi mirada
se va apagando,
que no me ha dado tiempo
de disfrutar tu rostro cerca de mi faz.
¡Quiero verte y no puedo!
Quiero tocarte pero no debo,
susurrarte mis verdades
pero no puedo y no quiero.
Quiero que me recuerdes
como la mujer que te quiso siempre,
la que nunca estaba de acuerdo contigo
la que te negaba su cariño.
Quiero que sepas por últma vez
que el amor lo llevo guardado en mi corazón.
No te lo dejo para cuando
me llegue el momento de dejarte,
tu podrás ser libre
para buscar otro amor en tu alborada.
¡Quiero verte hoy... y no puedo !
D/N