Amor que paralizas mis ritmos, mis tiempos aletargado vivo amándote en tu ausencia siento el frío intenso invadiendo mis venas entre nebulosas acaricio tu rostro difuso cierro mis ojos te llamo, te pienso, te busco te sufro sagaz en la inconsciencia del martirio. Beber un buen vino es mi hiel, mi único alivio el veneno perfecto para sangrar mis heridas quiero perecer en el tormento del suicidio pudrir mi lacerado corazón entre cenizas. Devastar las voces inquisidoras de mi vida que en eco dicen que no vendrás a mi encuentro quisiera destruir en orfandad este sentimiento dejar de amar arrancándome sin piedad el alma. Desangrarme hasta que perezcan mis entrañas vegetar en paz en la inconsciencia del olvido enterrar mi esencia en pantanos sin destino taladrar mis despojos sumidos en lamentos buscar una lápida donde descansen mis restos incinerar este dolor intenso por haberte querido.