Alabado sea
Jesucristo…
Con las desgracias que suceden en el mundo nos lamentamos
y entristecemos. Pero hay que reconocer que no tenemos la justa visión de las cosas,
la visión de la fe, que nos hace ver la verdad. Porque si pensamos que la
pérdida de un alma en el Infierno es mayor mal que todas las desgracias y
catástrofes de todos los mundos desde la creación del universo, entonces sí que
abrimos los ojos para comprender que lo que realmente es malo es perderse para
siempre en el Infierno.
Hoy la muerte se toma como algo muy trágico, olvidando
que la muerte sólo es trágica para quien sale de este mundo en pecado mortal,
porque para los demás es el paso a la felicidad del Cielo o a la purificación
del Purgatorio.
No entendemos bien qué quiere decir que un alma esté
padeciendo tormentos inimaginables por toda la eternidad. Por eso el Señor dice
que un alma que se va al Infierno es mayor mal que todos los males de todas
clases ocurridos en la Tierra desde el principio del mundo.
Pensemos en estas cosas y veamos los fenómenos naturales
y catástrofes que suceden en el mundo como llamados de Dios para vivir una vida
más santa, aprovechando el tiempo que nos queda y escarmentando en cabeza
ajena, para tomar el camino justo que nos lleve a la salvación, a evitar el
Infierno. Sitio Santísima Virgen
¡Buenos días!
El poema de la creación
Por medio de tus
sentidos, aprende a conocer mejor y amar la naturaleza. Acostúmbrate a mirar
con admiración y agradecimiento el bosque y los trigos ondulantes. Escucha el
murmullo del arroyo y el canto de la calandria. Siente la frescura de la tierra
recién labrada y el perfume de los prados. Toca suavemente la rosa que se entreabre
y el fruto que madura...
Padre, tú has creado este universo, para que
me ayude a conocerte mejor y a amarte mejor. Cada rayo de luz, cada flor, cada
nuevo paisaje a la vuelta del camino es un mensajero discreto que me invita,
por senderos fáciles a subir hasta ti. El rocío de la noche y el gallo que
canta por la mañana, el viento que murmura al pasar y el pan sobre la mesa,
todo me habla de tu bondad. Pero me falta atención del corazón para encontrarte
en todas estas cosas. Consérvame un alma vibrante, entusiasta, un alma joven,
que no se canse de leer el poema de la creación.
“Cuando contemplo
el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el
hombre para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? Lo hiciste
poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando
sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies” (Sal. 8).
Cultiva la atención del corazón.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte
y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a
tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte.
(Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El
Señor dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo
los consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea
Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el
vehemente deseo de que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de
Jesús y suplico a todos los creyentes y no creyentes , que pidan al
Señor Jesuscristo en oración, que no haya más guerras ni hambre en el
mundo, ni atentados terroristas, ni políticos de guante blanco y reine
la Paz, así cómo el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea.
Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López