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Una calurosa tarde de verano
por esa larga y calurosa playa me paseaba
recostada en esa blanca arena
una bella de fina y blanca piel se tostaba.
Te miré y con mi mirada tu poca ropa
de tu cuerpo sin ellas te imaginé
tus anteojos alzaste y tus bellos ojos
se clavaron a los míos, como dos esmeraldas.
Me acerqué y me arrodillé a tu lado...
tu nombre pregunté…
-Flor... fue tu coqueta respuesta--
¿y tu como te llamas?
--El hombre que te quiere amar-
fue mi insinuante respuesta.
Atardecía el sol en el mar se ocultaba
una brisa suave y cálida nos envolvía
sin querer casi… la puerta de mi coche,
abrí para que subieras.
Luces de neón nos invitaban para que hiciéramos el amor.
Una cama muy amplia, adornos y espejos,
tu parada frente a mi…
Mudos sin decirnos palabras,
en mis brazos te atrapé y con furia tus labios besé.
Una a una tus ropas despojé.
Tu ardiente cuerpo con mis labios acaricié.
Tus pechos, tu vientre , tu sagrada bóveda,
fui libando sus jugos en placer…
gemías te estremecías.
En el excitar de dos cuerpos fui encontrando,
tu valle que ardía de lujuria.
En él… suavemente fui penetrando
hasta oír ese grito de tu garganta.
Exhalado con la furia de de ese orgasmo
que llegó a ti para apagar ese fuego
Que ardía en tus adentros...
Inertes quedamos de esta:
Furia del placer
JOHAN
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