Seleccionadas las zonas candidatas para el aterrizaje del módulo Philae.
Desde su llegada a las cercanías de Churyumov-Gerasimenko la sonda Rosetta
está trabajando sin descanso, observándolo desde distancias por debajo
de los 100 Kilómetros, midiendo las leves alteraciones de su campo
gravitatorio, observando naturaleza de cada región de este diminuto pero
complejo cuerpo celeste y tomando todo tipo de mediciones con su
arsenal de instrumentos, en parte para preparar un momento crítico y
mágico, en que un vehículo humano se posará suavemente en el, haciendo
historia al reunir y enviar las primeras imágenes y datos jamás tomadas
desde la superficie de un cometa. Hasta ahora han sido cuerpos
lejanos, siempre vistos desde la distancia, pero si todo transcurre
como está previsto, un testimonio de nuestro deseo de explorar otros
mundos, de que un día fuimos capaces de llegar hasta ellos, quedará
para siempre en su superficie.
Pero
para que esto sea una realidad hay que preparar bién el camino. Y en
esto han estado trabajando intensamente el equipo de la misión Rosetta,
un esfuerzo contrareloj (este debe tener lugar a mediados de
Noviembre, antes de que la actividad creciente del cometa represente un
obstáculo quizás insuperable para lograr un aterrizaje suave y
preciso) donde se busca el punto de perfecto equilibrio entre las 3
objetivos básicos: Que tenga interés científico, permita sacar el
máximo partido a sus 10 instrumentos y sea adecuada técnicamente para Philae,
tanto a la hora de aterrizar, buscando una zona lo suficientemente
plana y limpia de obstáculos, como desde el punto de vista energético,
lugares donde la luz solar que alimente a sus paneles esté disponible
el mayor tiempo posible. Un proceso de descarte que ahora reduce
finalmente los candidatos a solo 5. En uno de ellos Philae intentará hacer lo que nunca nadie había intentado antes.
"Es la primera vez que se han considerado lugares de aterrizaje en un cometa", explica dice Stephan Ulamec, director del DLR (Lander Control Centre). "Sobre
la base de la forma particular y la topografía global del cometa 67P /
Churyumov-Gerasimenko, es probable que no sea una sorpresa que muchos
lugares tuvieran que ser descartado. Los sitios candidatos de los que
queremos hacer un seguimiento para su posterior análisis se cree que
son técnicamente viables sobre la base de un análisis preliminar de la
dinámica de vuelo y otros temas clave - por ejemplo, todos ellos
proporcionan por lo menos seis horas de luz del día por la rotación del
cometa y ofrecen terrenos planos. Por supuesto, cada sitio tiene el
potencial para descubrimientos científicos únicos".
Estos son los 5 lugares donde Philae
podría aterrizar, los finalistas de una selección previa de 10 y que
fueron designados con letras del abecedario, que no guardan relación
con un orden de preferencia. Tres de los cinco finalistas (B, I y J) se
encuentran en el más pequeño de los dos lóbulos del cometa, y los
otros dos (A y C) en el mayor: