ANHELOS
¿Qué hacer cuando ya no queda nada?
Si la soledad inunda recuerdos escritos por la sangre de tus dedos,
por todos aquellos momentos compartidos.
Sonrisas pintadas, hoy, de silencios.
¿Gritar, tal vez, al aire mis anhelos?
Versos fugaces en cada palabra,
ignorantes de un destino comprometido con la muerte,
deshechos de flores hirientes.
¿Qué brota de cada lágrima?
Si en mi sepulcro están tejidos tus miedos,
enterradas sutiles caricias pasadas.
Sí: ya no me quieres como yo te quiero.
Volveré a crear un mundo de hielo,
en el que reinará aquella princesa de ojos tristes...
en sus últimos sueños...
Giovanni
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