Alabado sea
Jesucristo…
Un hombre enfermo se preparaba para salir del consultorio
del médico que le estaba examinando y dijo: Doctor, me asusta
la muerte...dígame qué hay al otro lado.
Muy suavemente el doctor dijo: No lo sé.
¿Usted no
sabe? ¿Usted es cristiano y no sabe qué
hay del otro lado?
El doctor tomó la perilla de la puerta. Del otro lado se
sentían como rasguños y gemidos y cuando se abrió la puerta, un perro entró en
el cuarto, saltó sobre el médico y con gran alborozo le lamía lleno de alegría. El médico se volvió hacia su paciente y dijo:
¿Vio lo que hizo mi
perro?... Él nunca había estado en este cuarto antes. No sabía qué había
adentro. Sólo sabía que su dueño estaba allí y cuando se abrió la puerta, saltó
sin ningún temor. Yo poco sé de lo que hay del otro lado de la muerte... pero
sí sé una cosa: que mi Dueño estará allí y eso me basta…!!!
¡Buenos días!
Por la propia vocación
«La vida del
cristiano reclama ser vivida como “vocación”, como respuesta a un llamado. A
todos Jesús dice: ¡Sígueme! El cristiano es un llamado a seguir a Cristo, a
compartir su estilo de vida y su misión en favor de los hombres. Cada uno, en
el “jardín donde Dios lo plantó”: casado, soltero o célibe». Aquí tienes una
oración para conocer la propia vocación:
Señor, dígnate mostrarme el camino que debo
elegir y seguir para servir a mis hermanos y glorificarte. Haz mi corazón en
todo momento disponible a tu llamado, y mi voluntad siempre pronta a dar lugar
a tu voluntad. Si me quieres totalmente dedicado a tu servicio, en la vida
sacerdotal, religiosa o misionera, haz Señor que yo sea en verdad otro Cristo
en medio de los demás. Quiero responder con generosidad a tu llamado;
cualquiera que él fuere, quiero hacer tu voluntad. Ayúdame, Señor, a conservar
el ideal de mi juventud. María, Madre de Jesús y Madre mía, enséñame a
descubrir la voluntad de Dios y dame fuerzas para seguirla. Amén.
«También hoy, en
medio de una cultura que no favorece la responsabilidad y el compromiso, Jesús
sigue llamando: ¡Sígueme! Y hay jóvenes —y no tan jóvenes— que, con
generosidad, dejan la carrera, los sueños juveniles y a veces, incluso, las
novias o los novios…y siguen a Cristo para ponerse a su servicio a “tiempo y
corazón” completos».
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para
adorarte y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí
sólo busco, a tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es
conocerte y amarte. (Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que están
cansados y agobiados, que yo los consolaré (Mt 11.28). Es la
palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se propague la
Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos los
creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así
cómo el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el
Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López