LA DIABETES
La digestión es el trabajo realizado por aparato digestivo en sustancias que puedan ser asimiladas por las células que componen el organismo. Ese trabajo de transformación de los alimentos se realiza en el aparato digestivo que cuenta con unos órganos (boca, faringe, esófago, estómago…) y unos colaboradores: las glándulas (salivares, páncreas…).
El páncreas se encuentra situado en la cavidad abdominal, detrás del estómago y es la glándula que produce y segrega la hormona llamada insulina. Esta hormona permite que la glucosa (determinado tipo de azúcar) penetre en la célula, aportando al organismo la energía necesaria para continuar viviendo.
La insulina es producida por las células beta que se encuentran en los islotes Langerhans. Aproximadamente, hay un millón de islotes repartidos por todo el páncreas y cada islote aloja alrededor de 3000 células productoras de hormonas.
La diabetes se origina por un fallo en las células del páncreas que no producen insulina, ésta es insuficiente o no ejerce la acción de facilitar la entrada de glucosa en las células. Cuando esto ocurre se produce un aumento de glucosa en la sangre: es lo que llamamos hiperglucemia.
La insulina se libera a la circulación sanguínea de manera constante y, en mayor proporción, cuando comemos y también ante múltiples circunstancias externas, como el estrés, o para intentar equilibrar la acción de otras hormonas totalmente opuestas en su acción, tales como el glucagón, adrenalina y otras.